Entre 1959 y 1961, el antropólogo Carlos Munizaga, importante impulsor de la antropología en Chile, fotografió a decenas de mujeres y hombres Mapuche en la Quinta Normal. Su investigación buscaba comprender lo que denominó: ‘las estructuras transicionales en la migración de los araucanos’, pero claro, tanto los ‘investigados’ como el lugar donde realizó la etnografía, fueron borroneados bajo un intento de neutralidad científica. Los nombres mapuche eran solo iniciales, y la Quinta Normal fue denominada como ‘El Jardín’. Hoy, a pesar de la tachadura, esos cuerpos y esta zona de la ciudad componen parte fundamental de la memoria de los hijos y nietos de la migración.